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Prólogo a la primera edición del Cardenal Antonio Quarracino (1990)

1. La Creación
2. La batalla de los ángeles
3. El pecado original
4. Caín y Abel
5. El Arca de Noé
6. La Torre de Babel
7. Historia de Abraham
8. Jacob y Esaú
9. José, primer ministro del Faraón
10. Moisés de Príncipe a Pastor
11. La salida de Egipto
12. Los Diez Mandamientos y Muerte de Moisés
13. La Tierra Prometida
14. David, el Rey Cantor
15. Salomón, el Rey Sabio
16. Los Profetas, Lenguaraces de Dios
17. Historias y Figuras de Israel
18. Daniel en Babilonia
19. Judas Macabeo, Caudillo Victorioso

20. Anuncio del Ángel y Visita a Isabel
21. En Nacimiento
22. Los Reyes Magos
23. La Huida a Egipto
24. El Niño perdido y hallado. Vida oculta
25. Jesús se prepara para la Vida pública
26. Milagros
27. Andanzas y enseñanazas
28. Parábolas y Comparancias
29. Entrada Triunfal en Jerusalén y Última Cena
30. La oración en el huerto y el juicio
31. Muerte de Jesús
32. Resurrección
33. La Ascención y Pentecostés

 
Historia Sagrada para Chicos Argentinos
Juan Luis Gallardo 
Editado por Vórtice 
2. La Batalla de los ángeles

 

Los ángeles son espíritus puros, no tienen cuerpo como nosotros y poseen una enorme inteligencia

Uno de ellos se llamaba Luzbel y era particularmente bello e inteligente. Orgulloso por eso, un día se rebeló contra Dios, pegando un grito: ¡No serviré!

Muchos ángeles se unieron a él contra Dios.

Pero el Arcángel San Miguel revoleó su espada y le retrucó a Luzbel: ¡Quien como Dios!

Y una cantidad grande de los ángeles se puso a sus órdenes para enfrentar la revolución.

La batalla fue terrible. Retemblaba el cielo por el ruido que hacían al chocar lanzas, sables y facones.

Venció San Miguel y los suyos, expulsando del Paraíso a Luzbel y a los demás ángeles amotinados, que se transformaron en diablos o demonios.

Luzbel pasó a llamarse Lucifer, Satanás o Mandinga.

Los diablos odian a Dios y están en el infierno, metidos en el fuego, saliendo de allí para tentar a los hombres, impulsándolos a pecar para que no vayan al cielo de donde ellos fueron arrojados.

 

Objetivo:

Destacar que la misión de los hombres es servir, cumpliendo cada cual la voluntad de Dios a su respecto.

 

 

 

 

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